La
evidencia más temprana del tiro con arco data de hace más de 50 000
años. Es considerado el deporte más antiguo registrado por el hombre
según el Libro de Récords Guinness, basados en pinturas rupestres
encontradas en cuevas de Valltorta y Morella, España.
La Federación Internacional de Tiro con Arco (FITA) la fija en 40 000
años aunque algunos historiadores la ubican hace 10000 porque el arco
aparece en el paleolítico superior que terminó en esas fechas.
Ya
en la edad media el deporte era parte del adiestramiento para la
guerra. Y en el mundo moderno se asume de dos maneras: La más
generalizada es como medio recreativo y la segunda más específica busca
un estado de disciplina y constancia para competir a nivel regional,
nacional y/o internacional. Es de esta manera como el deporte en general
no es solución, pero aporta valiosas herramientas para la sana
convivencia, auto-confianza, auto-respeto y valoración,
auto-conocimiento, trabajo de equipo, respeto por el prójimo, un mundo
se abre al compartir con los demás, al escucharlos acoger sus
comentarios, aportar como individuo a una sociedad y en fin a crecer
como ser proactivo.
La
práctica del tiro con arco provoca una mejora del desarrollo motriz
aumentando en alto grado el nivel coordinativo del niño, así como
también consigue mejorar enormemente cualidades como el respeto,
equilibrio, percepción del espacio, perseverancia, etc.…
Por tanto, el tiro con arco es una actividad deportiva de las que
obtendremos chavales/as con un equilibrio y un afán de superación que
les acompañará durante mucho tiempo.